Mano dura, cero tolerancia a la delincuencia, un soldado en cada esquina.
La receta de Juan Orlando Hernández para atacar el crimen en Honduras le empezó a dar resultados.
El presidente acaba de cumplir dos años al frente de un país que ya no carga con el título de más violento del mundo, aunque cada día asesinen a 14 personas.
Pero mientras Hernández dice que Honduras está saliendo de la «época oscura» en materia de seguridad, existen algunos cuestionamientos por las verdaderas cifras, críticas a la controvertida militarización y cierta incertidumbre por el éxito de la estrategia a largo plazo.
Discusión por las cifras
Para empezar hay quienes dudan de la exactitud de las cifras del gobierno.
«Honduras dejó de ser el país más violento en la faz de la tierra, quebramos la tendencia», aseguró Hernández la semana pasada.
Según las autoridades, la tasa se redujo 20 puntos desde que Hernández asumió el poder en enero de 2014, desde los 75,1 homicidios por cada 100.000 habitantes al cierre de 2013 a los 56,7 actuales.
De acuerdo a cifras preliminares brindadas a BBC Mundo por el respetado Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en 2015 se cometieron 5.108 homicidios, una tasa de 59,5 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Esto representa una disminución cercana al 10% con respecto al año anterior (68 homicidios por cada 100.000 habitantes). El descenso es aún más marcado en comparación con la tasa de 2011 (86,5).
La diferencia entre las cifras oficiales y las del observatorio se atribuye al número de población mayor que utiliza el gobierno.
«Si esta es la forma en que el gobierno está contando la violencia, eso nos hace sospechar que el manejo de datos en tema de homicidios esté siendo submedido», señala en conversación con BBC Mundo.
«No creo que las estén manipulando al punto de que la tendencia sea la contraria, pero no estoy seguro cuán grande haya sido la reducción», le dice a BBC Mundo Mike Allison, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Scranton, en Estados Unidos, quien lleva dos décadas dedicado al estudio de temas políticos y de seguridad en Centroamérica.
Las autoridades aseguran que «no hay motivos para dudar de las cifras» y que se manejan con «transparencia», de acuerdo al teniente coronel José Santos Nolasco, vocero de la Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina).
